miércoles, 22 de abril de 2020

La espada de la verdad Vs La rueda del tiempo

Tras empezar a leer los libros de La rueda del tiempo, estoy empezando con "Nueva Primavera", me entra cierta sensación de deja-vu con los libros de La espada de la verdad, como por ejemplo las similitudes entre las Aes Sedai y las confesoras o con las Hermanas de la luz, o con la historia del elegido, al cual tienen que buscar, un hombre con una magia tan potente que salvara el mundo.







¿Alguien mas le ha pasado?

viernes, 10 de abril de 2020

Fichas de Magissa

Ya hemos creado las dos fichas de los personajes para la aventura de "Tomate Quest", primera de Magissa.

Una guerrera superdura de nombre Sakura y una maga de nombre Sara.



Y a continuación, la niña unicornio nos muestra su primer vídeo y presentación casi mundial de la aventura de Magissa y sus dos personajes.




Adiós guerreros y guerreras.


lunes, 6 de abril de 2020

Relato, a veces la realidad supera o casi a la ficcion.

Este relato lo escribi en 2008 y  despues de 4 semanas de reclusión en nuestras casas parece que nos vamos acercando a esa realidad o ficcion que escribí o a esos relatos de Isaac Asimov donde la civilizacion vive en una sociedad altamente cientifica y extremadamente pulcra, quedando el contacto social al minimo o incluso a despreciarlo, vease "Preludio a la Fundacion" o "Fundacion y Tierra."
 

El titulo es "Controltitución"



El autotransportador había parado delante de su casa, un tranquilo vecindario tapizado de enormes olmos y robles de largas ramas.

Salio con tranquilidad del porche, protegido por un enorme abrigo del intenso frío nocturno bruselense entrando en la parte de atrás del autotransportador.

 El sillón de cuero estaba duro, solo cerrarse la puerta el auto arranco hacia su destino, no hacía falta indicarle cual, el ordenador central de Control dirigía todo el trafico, no solo de Bruselas, de toda Europa.

Mientras miraba la ciudad no pudo reprimir el acto reflejo de buscar un cigarro, sonrió con sorna su estupidez, él mismo, hace 10 años, fue uno de los impulsores de la Ley de Protección Sanitaria XII, la cual prohibía el tabaco y el alcohol.

La ventana refleja el rostro de un hombre moreno, de espeso bigote con algunas canas, las múltiples operaciones hacían aparecerlo un cincuentón, que gran mentira de la ciencia, en verdad estaba cerca de los 80 años, con suerte llegaría a los 140 años, incluso el injerto biotecnológico de su cerebro había vencido un principio de Alzheimer, - si no lo lograba su cuerpo, lo lograría con su dinero y la tecnología - .

Volvió su atención a la ciudad, ya se encontraba en el centro de la ciudad, no había nadie en la calle, solo aquellos que tenían pase especial podían estar a estas horas de la madrugada, en el cielo se iluminaba en 3D mensajes del gobierno europeo dirigidos a los habitantes de la ciudad, en ese momento resplandecía una de las frases creadas por una de las tantas comisiones que presidía, “Control es Libertad”.

Mientras pensaba en los duros años de crisis europea y anulación de identidades nacionales, el auto paro delante de un gris edificio con el rotulo Alto Ministerio de Control Genético, la puerta se abrió, y él, el presidente de este ministerio, entro en el edificio.

 


El Coordinador de la Comisión de Control Genético de la zona Iberia Sur se encontraba ante la puerta del despacho del Presidente, es un hombre joven, elegantemente vestido, su rostro mostraba preocupación, el secretario del presidente ya le había indicado que podía entrar, alzo el rostro y cambiando su faz a una de tranquilidad, abrió la puerta y entro.

Era un despacho ancho cargado de cuadros y fotos de otras épocas, al fondo un escritorio de madera, y detrás de el se encontraba su superior, el Presidente Berger del Alto Ministerio de Control Genético, y mas atrás, en una esquina, la bandera del Estado Europeo, una estrella dorada sobre un fondo azul.

-          Puede sentarse Coordinador Suárez.

 Carlos Suárez Eifsborg, que así es como se llama nuestro hombre, se sentó en una de las pequeñas sillas de madera que rodeaba el escritorio, por su mente acudió las numerosas historias y rumores que rodeaban a su superior, las paredes del despacho reflejaba muchas de esas historias, el crack económico del 12 y del 23, la eliminación de las identidades y organizaciones de las diferentes naciones, la lucha con los terroristas, los inmigrantes, las disputas en Sudamérica y Oriente por el petróleo, todo un sin fin de complots y mentiras donde el Presidente Berger era uno de los mayores especialistas.

-          Hemos recibido un curioso informe del ordenador madre de Iberia Central, en la cual se detectaban dos intentos de intrusión para cambiar el código genético de dos personas, cuyos nombres ahora no nos importan, para que pudieran acceder a un puesto de Director Energético y el otro al de representante de la célula de trabajadores de Sevilla, ¿Sabe algo sobre este asunto? – Pregunto por ultimo el ministro Berger mientras levantaba su mirada de su mesa, encontrándose con los ojos de Suárez en el momento de terminar la pregunta.

-          Conocía este suceso señor Presidente, por eso informé lo antes posible a la Brigada de Seguridad Europea para la posible detención de estos criminales. – Aclaro Suárez levantando la cara e irguiendo la espalda.

-          Unos criminales que han logrado huir.

-          Yo realice mi trabajo señor Presidente, seguro que al detectar que habían sido descubiertos huyeron, los ibéricos y los ítalos son duros de roer.

-          Llevamos ya demasiados años detrás de ellos, y no logramos desarticular sus grupos terroristas, los fallos se pagarán caro, no lo tome como una advertencia, tómelo como una amenaza, ¿a quedado claro Coordinador Suárez?, tenga presente el juicio de valor de su precededor, él muerto y su familia en la cárcel subacuatica de Canarias.- Declaró Berger con un tono claro de amenaza.

-          Si señor Presidente, pondré a todos los efectivos para proteger los archivos genéticos y averiguar la fuente, no fallare.- Confirmo Suárez con un tono de confianza.

El presidente Berger le miro de forma penetrante durante varios segundos, mentía bien, pero estaba claro que era solo un peón, ¿Por qué dejar que solo los rebeldes y traidores jugaran con él?, ahora también le tocaba jugar, era listo, se creía listo, era un peón interesante.

A continuación puso la mano encima de la consola de su mesa y apareció sobre ella a pocos centímetros una pantalla llena de imágenes, tras elegir varias opciones en los diferentes menús, eligió uno y se quedo leyendo, Suárez intento leerlo, pero su posición al otro lado solo le permitía leer al revés las letras y números, pero sabía que estaba leyendo los informes de las dos personas que habían intentado falsificar su código genético, era el programa madre de Control Genético Europeo, llamado CEGEO, la mayor base de datos de Europa del código genético de todos los europeos y sus familias desde hace 20 años, en ella no solo indicaba su código genético, sino también el máximo rango que podía alcanzar en la Sociedad Europea, los traidores no solo se condenaban a si mismos, sino también a toda su descendencia.

-          Los objetivos eran Luis Zambrano Casillas y Javier Díaz Sainz, ambos pertenecientes a familias de peligrosidad genética alta, el intento de intrusión fue localizado en la Ciudad Estado de Cádiz, ¿se sabe algo del ordenador usado y su conexión? – A pesar de su pregunta conocía exactamente la respuesta, “desconocido”.

-          No lo conocemos señor Presidente, fue un pinchazo a la red, cuando llegamos al lugar no había nada salvo un cable pelado, lugar donde realizaron el empalme seguramente, creemos que huyeron por las costas hacia Marruecos.

-          Bueno, eso no es novedad, tendré que hablar con la Policía Fronteriza Europea y la Guardia de Seguridad Religiosa para que controlen mejor la frontera marroquí, como ve, hay muchos a los que tengo que echarles las culpas por estos fallos, puede irse Coordinador Suárez, recuerde mi amenaza. – Finalizo el presidente Berger mientras apagaba la consola de su mesa.

Tras salir Suárez de su despacho, volvió a encender su consola y mientras leía los informes de las dos falsificaciones, recordaba los innumerables problemas de identidad nacional en la Nación Europea. Sobre todo centrada en tres antiguas y mohosas naciones, Inglaterra, España e Italia, el primero y segundo por sus reyes en el exilio americano, que seguían con su lucha por recuperar sus ansiados tronos, y el tercero, junto con España, por su arraigo a otra lengua que no sea la inglesa, ¿de que les servía otra lengua sino para crear mas problemas?, mejor todos unificados y con las mismas posibilidades como ciudadano.

Sus cavilaciones se detuvieron cuando entro su supuesto secretario, un hombre de incierta edad, de ojos alegres y eterna sonrisa, una perfecta fachada en la que se ocultaba uno de los agentes del servicio secreto.

-          Los censores neurológicos implantados en el sillón me indican que el Coordinador Suárez no me dice toda la verdad, tenéis que seguir sus movimientos, tenéis carta libre. – Ordeno Berger sin apartar la mirada de los datos de la consola.

-          Antes de entrar parecía muy nervioso, no parece que sea un terrorista sanguinario sin escrúpulos, mas parecía un perro esperando a que su amo le dé con un palo. – Ironizo Henry, ya que así era su nombre, mientras se colocaba al lado del sillón, sin sentarse en el.

-          ¡¡ Mis órdenes no se discuten, se cumplen!! – Grito con rabia Berger mientras se levantaba del asiento – Mas vale que no falles Agente Henry, ¿crees que eres el único agente del servicio secreto que ha estado a mis órdenes? ¿crees que por pertenecer al servicio secreto no puedo ordenar tu entierro prematuro?- Señalando con su dedo índice a Henry poniendo así mas énfasis a sus palabras.

La sonrisa de Henry desapareció al instante de su semblante, había estando a punto de pasar el limite de paciencia del Anciano, así es como le solían llamar a Berger en la Academia y en el Cuerpo del servicio secreto, no podía permitirse creerse mas inteligente que él, o que Berger lo crea.

-          Perdone Señor Presidente, no era mi intención llevarla la contraria, solo daba mi opinión como profesional, sus ordenes serán ejecutadas sin dilación y con la mayor urgencia, en el mismo momento que nuestro objetivo ha abandonado su despacho se ha activado el cordón de vigilancia.

Berger se sentó, la tormenta había acabado… de momento, pensaba Henry.

-          El coordinador Suárez es solo un peón, esta claro que no tiene ningún poder en la organización terrorista, pero nos llevara a los que le han ordenado realizar esos sabotajes en el sistema, es a ellos a los que quiero, puede irse Agente Henry.
 


El mismo momento que pisaba la calle sintió como si arrastrara un lastre de varios kilos de peso, sentía unas enormes ganas de correr, de huir de aquella situación, ¿Berger le había descubierto?, y lo peor, si le había descubierto era para poder utilizarlo para capturar a los demás miembros de la organización, esa duda lo atormentaba.

Seguía caminando por la calle, quería perderse en su densa red, al llegar al cruce observo la luz del Control poniéndose en amarillo, la poco autoestima acababa de perderla, no recordaba los sistemas de control instalados en toda la ciudad de Bruselas, no tenia permiso para abandonar la calle, estaba atrapado, el sistema estaba conectado al implante que tenia en la muñeca izquierda, si cruzaba alertaría a la policía y lo capturarían en pocos minutos, se paro a pocos minutos de la luz, era un muerto en vida, miro a su moderno y caro reloj, las 3 de la madrugada, y a continuación al oscuro cielo de Bruselas, dio la vuelta y activo en la consola de su reloj la orden de llamada de un autotransportador, era lo único que podía hacer.

Apenas le dio tiempo de pensar, a los pocos segundos ya había llegado su transporte. Mientras se dirigía a su destino, el hotel en el que se alojaba, miraba los postes de control como se iban alumbrando con luz verde mientras pasaba su transporte por ellos, intento accionar la palanca de apertura del vehículo sin poder abrirla,  cualquier intento de sabotaje del vehículo alertaría a la policía, la desesperación cada vez se hundía mas en él.

Salio del transportador tras pararse delante de su hotel, la puerta de entraba se alumbro en verde y se abrió al detectarlo y aceptar su identificación, subió en el ascensor y entro en su habitación.

La llegada a ese pequeño refugio fue como un bálsamo, se sentó en la cama e intento pensar en sus posibilidades, era tarde para dar marcha atrás, y los intentos por contactar con sus compañeros habían sido infructuosos, ¿le habían abandonado?. Tenía toda la vida por delante, un buen empleo y su familia un futuro asegurado. Se había dejado convencer por ellos en la universidad, sus ideales, su fuerza, su rebeldía, su compañerismo, y ahora, cuando mas les necesitaba le habían abandonado, que vida mas absurda, solo le quedaba intentar huir o pudrirse en alguna prisión subacuatica, cualquiera de esas dos alternativas desembocaban en que su familia, sus padres y hermanos fueran condenados por su error.

Ni siquiera tenía el poder de traicionar a los demás miembros, apenas conocía a dos o tres, y seguro que tras ser descubierto el engaño huyeron. A pesar de su juventud conocía suficiente de la vida para no dejarse llevar por el romanticismo, no vendrían a salvarlo, al fin y al cabo, no era nadie.

Se levanto de la cama y paseo varias veces por la pequeña habitación, intento pensar en diferentes formas de escapar, cada cual mas disparatada, la única opción que encontraba era seguir como si nada hubiese pasado, puede que la investigación llegara a nada ante la falta de pruebas y se salvara. Miro por la ventana con la idea de coger el avión que tenia programado al día siguiente que le llevaría a Sevilla, puede que lograra finalmente contactar con los otros miembros del ejercito de liberación.

La mirada hacia el cielo de Bruselas fue como si un rayo le hubiera impactado, un haz de luz desapareció en apenas medio segundo,  sabia lo que era a pesar de la rapidez con la que había desaparecido, era un pequeño helicóptero del tamaño de un puño que se utilizaba para el espionaje, todos sus planes se vieron abajo, sabían que era un traidor, volvió a sentirse en un callejón sin salida, ¿o había una solución?.

El agente Henry se apeo de su transportador delante del Hotel Terellard, nombre de un general ya muerto hacía una década, héroe de la revolución europea y uno de los padres de la actual Nación Europea.

Cruzo la puerta y el vestíbulo del hotel, decenas de personas, clientes del hotel, estaban siendo interrogadas por la policía, uno de los capitanes se dirigió a el y le indico el numero de la habitación del Coordinador Suárez.

Mientras se dirigía hacia allí no podía reprimir un punto de júbilo, Berger había fallado, todos sus años de férreo control y de represión no le habían servido para controlar la situación y anticiparse, aunque era solo una pequeña batalla perdida.

Sus agentes le habían avisado de que el Coordinador Suárez no había salido a la hora convenida para coger el vuelo hacia Sevilla, durante unos segundos pensó que se había extirpado el controlador de identidad injertado en la muñeca y mediante algún robot clonador de identidad logro pasar por otra persona y huir, algo digno de un agente secreto, pero este no era el caso, Suárez era un simple funcionario, no tenia ni los medios ni el conocimiento para hacer algo así.

Atravesó la puerta 503, la habitación donde se alojaba Suárez, y allí estaba nuestro hombre, pobre de él, no había encontrado otra forma, había elegido a su ejecutor, su propia y elegante corbata, y su fin, colgado de una de las vigas.